lunes, 9 de noviembre de 2009

Devocional




¡Como la Levadura!

El reino de los cielos es semejante a la levadura que tomó una mujer, y escondió en tres medidas de harina, hasta que todo fue leudado”.
Mat. 13:33

“En la parábola del Salvador la levadura se usa para representar el reino de los cielos. Ilustra el poder vivificante y asimilador de la gracia de Dios...

La gracia de Dios debe ser recibida por el pecador antes que pueda ser hecho apto para el reino de gloria. Toda la cultura y la educación que el mundo puede dar, no podrán convertir a una criatura degradad por el pecado en un hijo del cielo. La energía renovadora debe venir de Dios... Como la levadura, cuando se mezcla, obra desde adentro hacia afuera, tal ocurre con la renovación del corazón que la gracia de Dios produce para transformar la vida...

La levadura escondida en la harina trabaja en forma invisible para hacer que toda la masa se halle bajo el proceso del leudamiento; así la levadura de la verdad trabaja secreta, silenciosa, invariablemente para transformar el alma. Las inclinaciones naturales son mitigadas y sometidas. Nuevos pensamientos, nuevos sentimientos, nuevos motivos son implantados. Se traza una nueva norma del carácter: la vida de Cristo. La mente es cambiada; las facultades son despertadas para obrar en nuevas direcciones... La conciencia se despierta...

El corazón de aquel que recibe la gracia de Dios desborda de amor a Dios y a aquellos por los cuales Cristo murió. El yo no lucha para ser reconocido... Es amable y considerado, humilde en la opinión que tiene de sí mismo, y sin embargo lleno de esperanza, y siempre confía en la misericordia y el amor de Dios...

La gracia de Cristo ha de dominar el genio y la voz. Su obra se revelará en la cortesía y la tierna consideración mostradas por el hermano hacia el hermano, con palabras bondadosas y alentadoras. Existe una presencia angelical en el hogar. La vida despide un dulce perfume que asciende a Dios como sagrado incienso. El amor se manifiesta en la bondad, la gentileza, la tolerancia y la longanimidad. El semblante cambia. Cristo que habita en el corazón, brilla en el rostro de aquellos que le aman y guardan sus mandamientos... Y mientras se efectúan estos cambios, los ángeles rompen en himnos arrobadores, y Dios y Cristo se regocijan sobre las almas transformadas a la semejanza divina”.
Dios nos Cuida…

domingo, 8 de noviembre de 2009

Devocional




¡Sobre la amistad y el noviazgo!

Que cada uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; 1ra. A los Tesalonicenses 4:4
En el instituto bíblico se acercaba el tiempo de las vacaciones de invierno, y por un lado estaba ansioso de que llegaran. Visitaría a amigos, pero sobre todo tendría un descanso de los estudios. No obstante, en lo profundo de mi corazón no quería esas vacaciones. Cada vez estaba más interesado en Patricia, y cuando me enteré de que ella haría un viaje durante esos días, me preocupé pensando que pudiera llamar a algún viejo novio y volviera a verlo. De manera que le dije a Patricia lo que sentía con respecto a ella.
No fue un momento dramático ni demasiado romántico. Fue simplemente mi estilo directo y sin rodeos. Le dije que deseaba que supiera lo especial que ella era para mí, que me importaba mucho, y que esperaba que pudiéramos pasar más tiempo juntos luego de las vacaciones de modo de conocernos más y mejor.
Realmente la extrañé muchísimo. Luego del receso volvimos a los estudios, aunque debo admitir que mis calificaciones no fueron tan buenas. Patricia tuvo parte de la culpa ya que pasaba con ella tanto tiempo como me era posible. Dos palabras caracterizaron nuestra relación durante ese período. Una de las palabras es CONOCIMIENTO. Al tiempo que Patricia y yo conversábamos y pasábamos tiempo juntos, me convertí en un experto en ella. Comencé a descubrir no sólo lo que ella pensaba, sino además por qué lo pensaba. Es verdad que sólo se puede amar a alguien hasta el punto en que uno conoce a ese alguien.
El amor a primera vista puede sonar romántico, pero una verdadera relación de amor rara vez está basada en las primeras impresiones. Debemos tener cuidado de no desarrollar una imagen idealizada de la otra persona basándonos en esas impresiones, ya que tarde o temprano nos decepcionaremos. Es vital ser honesto y abierto desde el principio. Tenemos que crecer en amor al tiempo que profundizamos nuestro entendimiento y apreciación de la otra persona.
La otra palabra que quiero compartir es CONSAGRACION. La personalidad de Patricia, su inteligencia y su aspecto atractivo me llamaron la atención cuando la vi por primera vez, sin ninguna duda. Pero a medida que nos fuimos conociendo más el uno al otro, descubrí su amor por el Señor Jesús, y eso fue decisivo. Patricia era una joven que había consagrado su vida a Dios, y eso se transparentaba en todo momento.
Así fue que, para mi sorpresa, un día me levanté con la certeza de que estaba enamorado de Patricia y deseaba pasar el resto de mi vida sirviendo al Señor con ella. Hablé con sus padres, y confieso que a pesar de lo mucho que los quiero esa primera vez sentí un gran dolor de estómago por los nervios que tenía. Ellos se alegraron; nos aconsejaron, y no pasó mucho tiempo antes de que nos comprometiéramos.
Realmente no puedo decir que el momento en que le propuse casamiento a Patricia fue romántico. Yo traté de que sí lo fuera, pero en lugar de preguntarle si se quería casar conmigo, le pregunté si quería volver a la Argentina conmigo. Ella comprendió lo que yo quería decir y todo lo que esa pregunta implicaba. Cuando me dijo que sí, que regresaría conmigo a la Argentina, yo también comprendí lo que su respuesta quería decir. Nos casamos unos meses después, y cada día le doy gracias al Señor por el regalo más grande que me ha dado luego de la salvación: mi amada esposa. Como cristianos consagrados al Señor, no debemos casarnos con alguien que simplemente sea cristiano (1 Corintios 7:39), sino con un cristiano que crezca en el Señor Jesús.
Alguien cuya vida esté marcada por su consagración a Dios, por la verdadera espiritualidad. Hágase estas preguntas: "La persona que yo amo, ¿en verdad me desafía, alienta e inspira a vivir cada día más cerca del Señor? ¿O acaso me doy cuenta de que él/ella obstaculiza mi crecimiento espiritual?" Ante Dios hoy mismo tome la decisión de que se pondrá de novio y se casará con alguien con quien pueda buscar el reino de Dios toda la vida. Nada podría ser más emocionante.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Devocion



¡Comunicarse mejor en la Familia!

Así que, según tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, y mayormente
a los de la Familia de la Fe. Gálatas 6.10

No hay nada como una comunicación clara y sana para que las relaciones familiares marchen sobre ruedas. ¿Qué tal anda tu familia en este aspecto? Si crees que a veces se presentan situaciones parecidas al “teléfono descompuesto” u otro tipo de malentendidos, conviene que revises estas cuatro reglas para comunicarse de la mejor manera.

-Compartan todo. Ser capaces de expresar todos sus sentimientos, tanto aquellos de amor y aprecio como los de resentimiento y tristeza, es el mejor camino para comunicarse abiertamente en familia. Para lograrlo es muy importante que estemos conscientes de que nadie es perfecto; es decir, ser tolerantes. Si practican esta técnica de abrirse ante los demás, descubrirán que los momentos que comparten en familia son como un oasis entre la avalancha de problemas y sinsabores cotidianos. Allí podrán llegar y olvidarse del mundo por un tiempo.

-Tengan opinión propia. No acostumbres a tus hijos a que alguien más explique por ellos lo que sienten y piensan. Si lo haces, no aprenderán a tener opiniones, y mucho menos serán capaces de expresarlas en la vida diaria. Fomenta el que, en tu familia, cada quien hable por sí mismo y defienda su punto de vista. Por supuesto, esta libertad de expresión no debe interferir con la disciplina que prive en tu casa. Tampoco deben estar de acuerdo todos con las opiniones de los demás.

-Permitan la libertad de expresión. Las discusiones familiares en las que se permite opinar y compartir pensamientos democráticamente, ayudan a los niños a aprender las herramientas necesarias para alcanzar sus metas en la vida. El pensamiento crítico es un proceso que debe aprenderse en el seno familiar.

-Respétense. Es lógico que, mientras más nos sentimos tomados en cuenta, más fácilmente podemos comunicarnos en familia. Tratar a los demás siempre con respeto, aunque no estemos completamente de acuerdo con lo que sienten o piensan, es muy benéfico. Nadie debe sentir que no es importante en la familia. Vigila que no se presente este problema en los hermanos menores, quienes son los más vulnerables. Dedícales un poco más de tiempo a los niños pequeños, pues todavía no tienen el vocabulario ni la rapidez de expresión de los miembros mayores


viernes, 6 de noviembre de 2009

Video Devocional

HOY NO HAY UN TEXTO,ACA LES DEJO UN VIDEO PARA QUE REFLEXIONEMOS ENTRE TODOS, ES CONOCIDO PERO ESTA BUENO QUE RECORDEMOS LO MUCHO QUE TENEMOS QUE ESFORZANOS DIA A DIA SIN QUEJARSE DE MAS ESPERO LES DEJE UN MENSAJE Y NO SEA SOLO UN VIDEO MAS....

jueves, 5 de noviembre de 2009

Devocional



¡Una canción más bella!

Si, en verdad considero todo como pérdida, por causa de la sublimidad del conocimiento de Cristo Jesús mi Señor; por amor del cual, perdí todas las cosas y las considero como basura, para ganar a Cristo". Filipenses 3:8.

Los antiguos griegos ilustraron en su mitología, talvez sin saberlo, la manera maravillosa como los cristianos pueden ser victoriosos sobre el pecado. La mitología griega decía que las sirenas atraían a los marineros con sus canciones, y cuando estos se aproximaban de las playas para escucharlas mejor la hechizante música, chocaban sus barcos contra las rocas y morían. Muchos trataron de pasar por aquel lugar encantado, apelando a incontables recursos. Unos se tapaban los oídos con cera para no oír la música de las sirenas; otros se amarraban al mástil para no direccionar el barco rumbo a la playa. Pero, hubo un marinero que llevó a bordo a Orfeo, el divino músico, que cantó y tocó el arpa tan maravillosamente que las voces seductoras de las sirenas fueron superadas por una canción más bella.
Existen tres maneras de resistir a la tentación. La primera es "tapar los oídos con cera", enfrentar la tentación contando hasta 100, o cerrando los ojos, o marcando tres minutos en el reloj. (Dicen que la tentación llega al clímax de su intensidad en tres minutos y después disminuye). La otra manera es amarrarse al mástil de los principios, con promesas y decisiones que casi nunca se cumplen. Cuando llega el momento de la tentación, no hay nada que nos detenga y partimos para la tierra de la soledad y del desespero. La única salida, el único método que realmente vale, es llevar una "canción más bella" a bordo. Tenemos que llevar a bordo de la vida algo tan divinamente dulce, que las notas del pecado parezcan sin armonía ni belleza. En otras palabras, tenemos que apasionarnos por Alguien tan hermoso, que el pecado, delante de El, no pase de basura repugnante.
En la vida de una persona que nunca fue convertida, solo existen las voces de las sirenas, pero en la vida de alguien que conoce a Jesús, existe la música de los ángeles. Nosotros seguimos a Jesús, no solo porque no queremos continuar en pecado, sino también porque El es lo único. Delante de El, todo lo demás es nada. El pecado pierde su atractivo, no significa nada. "Pastor", podrá usted estar pensando, "usted no está siendo un poco teórico? Es posible perder en esta vida el gusto por el pecado?". Bien, quiero que sepa que Jesús vino justamente para eso. El no vino solo para perdonarnos y para salvarnos de las consecuencias del pecado, sino que para librarnos del poder que el pecado ejerce en nosotros. Pablo dice: "Por causa de quien considero todo como basura". Podemos aún cargar la naturaleza pecaminosa dentro de nosotros, pero el pecado no tendrá más dominio sobre los hijos de Dios.
Pero para que esto sea una realidad en su experiencia, usted tiene que hacer de Jesús el centro de su vida cotidiana.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Devocional



¡ Como Vencer la Envidia !

"Ninguno busque su propio bien, sino el del otro." 1Corintios 10:24.

Al llegar de la escuela, la niñita entró corriendo en la cocina, agitando una hoja de papel en la mano. "Mira la mariposa, es la más linda del mundo y es para ti." Mientras la madre terminaba los detalles del almuerzo, la niñita no paraba de hablar un minuto y quería que su madre vea la mariposa. La señora se secó las manos en un paño y se inclinó para observar el dibujo:
"Está linda", admitió, más para satisfacer a la hijita que expresando realmente lo que sentía. "¿Dónde aprendiste a dibujar de esa manera?". "No fui yo, mama, fue mi compañera, ella es la mejor dibujante del mundo. Le pedí que haga una mariposa para ti."
Habiendo dicho esto, la niña salió al patio para jugar, dejando a la madre sin saber que decir ni como reaccionar. ¿Alguna vez pensaste porque Jesús dice que si no fuésemos como niños no entraremos al reino de los cielos? Los niños son puros en su manera de actuar. ¿Tú y yo seríamos capaces de alegrarnos con el éxito de otros?
Mi pregunta es: "¿cómo deberíamos reaccionar ante el éxito de otros? Todos sabemos perfectamente cual debería ser la respuesta correcta. Todos sabemos lo que Jesús enseño. Todos sabemos como el cristiano debe reaccionar. Pero
La pregunta es si a pesar de todo lo que conozco en la teoría, soy capaz de alegrarme con el éxito de otras personas. La envidia, tiene la propiedad de deformar la realidad, el poder de envenenar el alma. El ser humano, llevado por los celos, pasa a ver cosas que no existen y paulatinamente comienza a creer en aquello que imagina. Allá en el fondo de su ser, sabe que ese sentimiento esta equivocado. Entonces, para justificar el sentimiento que no puede sacar del corazón, generalmente pasa a acusar.
¿Tiene Dios el remedio para ese tipo de mal? Claro que lo tiene, y la respuesta es Cristo. A medida que lo contemplamos diariamente, a medida que meditamos en los rasgos maravillosos de su carácter y convivimos con Él, permitiendo que su Espíritu habite en nosotros, controlando voluntariamente nuestras decisiones y santificando nuestra voluntad pecaminosa, veremos de manera casi imperceptible cada día su carácter, reproducido en nuestra vida.
Hagamos de este día, un día de comunión con Jesús. Partamos hacia las luchas de ésta vida con la seguridad que Jesús no se quedó en casa, sino que es una presencia real y personal a lo largo de todas las circunstancias que este día pueda presentarnos.

martes, 3 de noviembre de 2009

Devocional



!Pearl Harbor!

Marcos 14:38. Vigilen y oren para que no caigan en tentación. El Espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil.
En esas hermosas islas parecía que nada malo podría ocurrir. Después de todo, la guerra estaba a miles de millas de distancia y Estados Unidos todavía no había iniciado oficialmente la segunda guerra mundial. Pero el enemigo tenía bien planificada la táctica.
El factor sorpresa era la estrategia principal.
El 7 de Diciembre de 1941 más de 2,400 soldados y civiles murieron en Pearl Harbor. También varios barcos y equipos militares fueron destruidos costándole al gobierno millones de dólares. El ejército de los Estados Unidos no se esperaba la sorpresa de ser atacado mientras estaba en su propio puerto. Así nos pasa muchas veces a nosotros. No estamos siempre atentos y creemos que los ataques del enemigo vienen solo cuando vamos a lugares no recomendables. Pero no es así, la tentación suele usar el factor sorpresa. Sin esperarlo estás sola en casa con tu novio. Sin saberlo justo están dando una película roja en la televisión. No sabías que iba a estar una chica no cristiana tan linda en el cumpleaños. Ni pensaste que esa joven iba a dejar su cartera llena de dinero a tu lado en la reunión ¿por qué no conducir el automóvil como locos si llegaban tarde a la fiesta? En el examen justo te hacen la pregunta que sabe el compañero de al lado. Ni lo pensaste, pero de repente: «PearlHarbor ».
El enemigo nos va a haciendo caer de repente o de a poquito pero su deseo es que llegues a sentir que estás en un bombardeo de problemas y confusión. Por eso lo mejor es estar bien atentos y fortalecer nuestra mente y corazón para que cuando venga la tentación inesperada nosotros ya estemos preparados y sabiendo cómo actuar. Al enemigo no le interesa en qué puerto te encuentres y a veces saca ventaja de que te sientas en una zona de seguridad. Ahí puede usar el factor sorpresa. ¡Ten cuidado!

Punto de reflexión
¿Cuáles pueden ser mis Pearl Harbor ?
¿Cómo estar fuertes antes de que venga la tentación?

Audiencia con el Rey
Querido Dios, hoy te pido que me des fuerza ante los enemigos de mi vida cristiana. Dame sabiduría para saber prestar atención cuando viene el momento de tentación y la capacidad de huir de ellas. No quiero que el enemigo me tome por sorpresa.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Devocional



¡Sobreviviendo el Tour de France!

1 Corintios 9:26. Así que yo no corro como quien no tiene meta; no lucho como quien da golpes al aire.

El Tour de France es la carrera ciclística más importante del mundo. Prácticamente se trata de darle la vuelta a Francia. Los competidores hacen un trayecto de 3630 kilómetros (2287 millas) saliendo de París y terminando en los Campos Elíseos luego de veintiuna etapas y casi un mes de competencia. El Tour de France es una carrera de extremas exigencias y demanda un excelente estado físico. Por eso fue que en ese año todos quedaron muy sorprendidos cuando Lance Armstrong aseguró que iba a participar. Aunque ya era considerado uno de los mejores ciclistas del mundo, Armstrong había sido diagnosticado con cáncer. Le había inundado todo el abdomen, los pulmones y el cerebro. Mientras estaba pasando por todos los tratamientos y sin saber si algún día iba a lograr competir estudió por separado cada tramo de la carrera y se entrenó como un desesperado tras lograr salir de esa etapa en ese infierno llamado cáncer. La meta la tenía clara. Ya había ganado importantes carreras, pero el Tour de France era la más importante de todas y debía ganarla. Sus médicos y su familia lo ayudaron a luchar con la enfermedad y luego de una temporada de dudas, trabajo, miedo y esfuerzo, Armstrong fue dado de alta para seguir compitiendo. Contra todas las apuestas y pronósticos Lance Armstrong se presentó y ganó el rally de los ciclistas y dejó al mundo de los deportes anonadado por su logro.
Esos días de quimioterapia y miedo debieron haber sido terribles. Ver las carreras por televisión o leer alguna revista especializada sin que estuviera su nombre entre los favoritos no le hacía ninguna gracia. Pero Armstrong no perdió la esperanza y a pesar de que no veía la posibilidad de alcanzar su meta, se entrenó seguro de participar en la carrera de sus sueños. Estudió cada parte del trayecto desde su cama y se entrenó en la casa con una bicicleta fija. Cuando los médicos le dieron la noticia de que el cáncer se había detenido y que estaba en condiciones de competir, Lance ya estaba listo para competir. Ganó en el año 1999 y en el 2000 lo volvió a hacer.

Punto de reflexión
¿Qué puedo aprender en mi vida espiritual del ejemplo de Armstrong?
¿Cómo puedo «entrenarme» hoy aun cuando las metas parezcan lejanas?

Audiencia con el Rey
Querido Señor, antes los problemas y dificultades que ya me tocaron desde mi niñez y que todavía tengo que vivir quiero considerarme un sobreviviente y no una víctima. Quiero que me ayudes a no perder de vista mis metas y usar cada circunstancia con la esperanza de lograrlas.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Devocional



¡Si dios es tu padre llama a casa!

Filipenses 4:6-7. No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
Cierta vez Martín Lutero dijo: «Tengo tanto para hacer hoy, que me voy a pasar las primeras tres horas en oración». Es que cuando oramos nos conectamos con la fuerza más poderosa del universo, la de Dios. Comenzar el día con Dios es muy importante. Si vivimos conscientes de su presencia no podemos levantarnos en la mañana y no saludarlo.
La historia del hijo prodigo se usa siempre para hablar de los apartados y alejados. Usamos esta categoría para los que no vienen más a la iglesia o están fríos espiritualmente (cosa que solemos juzgar por la cantidad de reuniones a las que asisten). Pero no hace falta dejar de ir al templo para estar fríos. Solo con dejar de orar empezamos a ser hijos que no hablan con papá Dios. La oración crea esperanza y poder. Hablar con Dios nos enjuaga el corazón, es por eso que cuando pasamos mucho tiempo sin hablar con él se nos enfría la relación. Es igual que dejes de hablar con tu papá o tu mamá en la tierra. No puedes saber qué hacen, piensan, sienten y pronto dejas de entenderlos. Hoy todos saben que para que las relaciones interpersonales funcionen debe haber una buena comunicación. Lo mismo sucede con Dios. La oración no es un monólogo con el techo. Dios escucha atentamente cada oración y a su tiempo responde. Él es el Padre y nosotros sus hijos. Por qué, entonces, andar por ahí sin contar con la riqueza, el consejo y seguros de la protección del Padre. Mejor llamar a casa y asegurarnos que estamos comunicados con Dios. Su teléfono nunca está ocupado.
Punto de reflexión


¿Cómo está mi vida de oración?
¿Qué voy a hacer para mejorar?
Audiencia con el rey

Querido Dios, gracias por estar atento a mis oraciones. Gracias porque eres un padre amoroso que siempre nos escucha, perdona y protege. Te quiero mucho y te alabo por tu gran amor.